
-Vete, pero no huyas. Es importante dejar bien atados los cabos antes de partir. No hay nada peor que dejar atrás un infierno, no tendrás un sitio al que volver nunca. Por miedo quizás. Enfréntate a todo lo que tengas pendiente antes de partir.
-Deja muy claro en tu origen por qué te vas. No hay nada peor que sentirse abandonado.
-Se fiel a ti mismo. No porque seas nuevo quiere decir que puedas ser quien tú quieras ser. Sé fiel a tus principios. No puedes cambiar tu pasado, aunque esté lejos. Y todos somos el resultado de lo que hemos vivido. Asi que vive.
-Recuerda el motivo por el que lo has dejado todo, y no lo olvides. Rejuvenece sintiendo todo lo nuevo a tu alrededor.
-No te olvides de lo que tenías y aprovecha para ver quien sigue recordándote. Hay personas que te querrán para siempre y otras que te querrán solo en una época de tu vida. Todo lo que hagas tendrá ecos en la eternidad si lo haces de corazón.
-Haz que te recuerden. Siembra mucho, quien siembra siempre recoge.
-Piensa en cómo has llegado hasta donde estás y qué es lo que has encontrado en el camino. Igual que te has ido podrás volver o marcharte a otro lugar.
- Valora lo que has conseguido. Ahora es tuyo y nadie podrá arrebatártelo, asique haz que merezca la pena.
-Viaja en el tiempo y haz memoria de quien ha merecido tu tiempo y quién no.
-Cuando vuelvas, enseña lo que has aprendido. Demuéstrales que ya no eres el mismo. Y haz siempre, tu propio camino.